¿Te pusiste un poquito de color en los labios?
Píntate los labios que estás monísima…
A ver si te pintas más que vaya cambio.
A ver si te arreglas más a menudo que no pareces tú.
Niña ponte algo de color, ponte guapa…
Hay que ver que sólo pintándote un poquito los labios pareces otra.
¿A qué otra he de parecerme?
¿Qué le pasa a mi cara?
¿Y qué hay de malo en parecerme a mí misma?
¿Por qué te gusta más que me parezca a otra?
¿Qué pasa si me ves a mí?
Con mis arrugas
Con mis labios resquebrajados
Con mis mijitas
Con mis lunares
Con mis pelos del flequillo tiesos
Con mis rojeces
Con mi piel quemada
Con mis pellejillos
Con mis manchas en la cara
Con mi cara colorá
¿A qué otra he de parecerme?
Cuando quiera pintarme me pintaré, pero no para parecerme a otra. Ni para darte el gusto de que me parezca a alguien que no soy. Para decorar sin más mi naturalidad. Seré yo con un poquillo de color más. Mi naturalidad me ayuda a cuidarme, me ayuda a saber si estoy más o menos deshidratada, si he de comer más de una cosa o de otra, si necesito más vitaminas o no, si he de cuidarme más… Si necesito más o menos sol. Me veo a mí. No quiero ver a otra. Ni a otra versión de mí.
Pregúntate por qué quieres que me parezca a otra…
Empoderarte a través del cuerpo y el uso que le damos es uno de los temas más interesantes. Nuestro cuerpo ha sido base artística de una decoración voluntaria y no voluntaria. Arte versus stigmas. Hoy… que cada una elija.